Amar implica perder la cabeza por la otra persona, y eso hace que olvides toda referencia, que renuncies a puntos de apoyo. Es como dar un salto en el vacío sin saber si llevas paracaídas, si se abrirá en caso de que sea así, y encima, como es de noche, no tienes ni idea de adónde irás a parar. Aunque sinceramente, yo creo que lo que te pasa es que te acojona que haya alguien ahí fuera dispuesto a ayudarte, a quererte, sí, y te da miedo que de repente descubran que en realidad eres alguien a quien no merece la pena querer...
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