11 de abril de 2011

Tarde nostálgica llena de recuerdos.

-Ser feliz no tiene que ser tan complicado.
-No, no lo es.
-Si, si lo es joder. ¿Tan difícil sería que un día se me acercase, me abrazara y me dijera que me ama con todas sus fuerzas?
-Pues si, eso si que es difícil.
-¿Por qué dices eso?
-Porque tu lo ves todo como un puto cuento de hadas. Todo de color rosa. Lo siento chica, pero la vida no es así ¿sabes? Mírate: Estás ahí, viéndolo jugar un partido de baloncesto, con tu mejor vestido, con tu mejor sonrisa, pensando en él, y yo...
-¿Tu qué? ¡Venga ya tonto! Tu lo tienes todo.
-No. Yo soy un gilipollas. Ahora mismo estoy hablando con la chica a la que amo desde que la conozco y no soy capaz de decírselo. Y lo peor de todo es que estamos en unas gradas viendo como el asqueroso ese al que tanto ama mete un triple, o como coño se llame eso.
-...
-...
-No se que decir...
-Te diría que no dijeras nada, que me besaras, pero prefiero no pasar por ese momento tan ridículo. El partido ha terminado, ve a felicitar a tu príncipe. Pero no olvides que te quiero princesa.

Aquellos recuerdos en una tarde nostálgica de verano, en la que piensas en la decisión que deberías haber tomado.

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