15 de agosto de 2011

Que cupido no volvería a enredarme en su juego, y ahora estás aquí.

-Él también sonríe. Tiene una bonita sonrisa, eso no lo puedo negar. Pero tampoco puedo decírselo. Tiene un extraño hoyuelo en la mejilla izquierda. Mierda... me gusta un montón.





-Ella sólo quiere que él le quiera, no pide nada más. No quiere una relación perfecta, no quiere flores, ni San Valentines. No quiere sonrisas fingidas, ni palabras bonitas dichas por decir. La única cosa que quiere oír de él es: “Te quiero, verte es lo mejor que me ha pasado hoy”.





-Trenes vienen, trenes van. Trenes con un destino de ensueño, trenes con un destino inimaginable. Trenes con un recorrido larguisimo, otros con un recorrido demasiado corto. Trenes con un destino exacto, pero que sufren accidentes, algunos con sobrevivientes, otros no. Yo cogí un tren con, quizás, un buen destino, pero que tuvo un mal recorrido. Y donde lo peor fueron las personas afectadas, que no sobrevivieron. A veces me gustaria volver a ese tren, todo lo que veía desde ese tren era perfecto, me lo pasaba genial. Pero ahora lo pienso....y aunque tu no lo sepas, quiero que te enteres ahora. Me olvidé de ese tren, y no quiero volver a montar en el, no quiero más daño.



(Siento no haber escrito en tantísimo tiempo, mi situación no ha sido del todo buena en este ultimo mes, pero prometo que todo volverá a ser como antes, veréis. Gracias a todos esos que aun me seguís leyendo y siguiendo cada día, os lo agradezco muchísimo, MIL BESOS.) 

No hay comentarios:

Publicar un comentario