Es gracioso pensar en como puedo estar tan bien. Y no me quiero confiar. Pero es que hacía mucho que no me sentía tan feliz. Tan contenta. Tan yo misma.
Nunca nadie me había marcado tanto y ni me importaba como para que hiciera de mis días los mejores con solo su presencia. Es cierto eso de que el primer amor es el mejor de tu vida. O por lo menos con lo que estoy viendo a lo largo de estos seis meses, queda demostrado. Ya se sabe que no todo es perfecto que no todos los días son los mejores pero lo mejor es pensar en como a pesar de las dificultades, de las cagadas, de los errores y de las meteduras de pata salimos a flote, juntos. Y la verdad es que estando juntos es cuando mejor sabemos afrontar problemas.
Nunca me sentí tan completa y feliz.
Nunca me he sentido peor y tan deprimida.
Pero el amor tiene altibajos, es como una montaña rusa de emociones.
El mero hecho de hacer planes de futuro contigo (como nuestro viaje) y de pensar en como serán me encanta. Van a ser nuevas experiencias para los dos creo yo, o por lo menos para mi. No te imaginas de las ganas que puedo tener de que todo salga perfecto. Y yo creo que sí.
Dicen que París es la ciudad del amor pero nosotros vamos a inventar otra dentro de poco.
Esto es solo para que sepas que estoy feliz, solo eso y solo contigo.
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