26 de agosto de 2011

Hola mamá.

Buenos días de un día de agosto, en el que se presenta como el más caluroso y soleado de todo el verano. Hacía mucho que no te escribía, ¿verdad? No era por nada en concreto, la verdad, no pienses que tu niña se ha olvidado de ti porque eso no entra en la cabeza de ninguno. Y te preguntarás que como es que hoy te escribo. Pues sinceramente porque el término "echarte de menos" ya se me ha hecho demasiado simple para todo lo que conlleva para mi gusto. Escribo porque hoy me siento feliz, pero es una felicidad diferente, y lo mejor de todo es porque pienso en ti, y sonrío. Ya no lloro(mentira) bueno, solo un poco, pero, ¿a que eso me dejas hacerlo? Sonrío al pensar en ti, sonrío por todo lo que has sido en mi vida, y que sigues siendo. También te escribo para contarte que nadie te quitará el puesto que llevas en mi vida, que es el de la mejor, porque no, porque es imposible que te le quiten. Y te escribo por...por tantas cosas, mamá. Porque estoy viviendo nuevas experiencias, nuevas situaciones, nuevas cosas, cosas que me gustaría contarte, como cuando hacías de pequeña conmigo, te sentabas por las noches a las 9 para dormirme, y acababas hablando conmigo hasta las 12 de la madrugada, y claro, es cuando al día siguiente no me despertaba ni con grúa, ¿verdad? Sinceramente eso no lo tengo en cuenta, porque me daba igual no levantarme, porque me ENCANTABA quedarme hablando contigo. Hay mamuchi, hay tantas cosas que están cambiando...hasta yo misma estoy cambiando, y no veo cambio para mal, me veo más madura de lo que ya era, y todo a mi alrededor lo veo diferente, todo está cambiando para mi de un día para otro y no sé porqué. Y nada mamá....que claro que te echo de menos, como para no hacerlo. Y, que te quiero muchísimo, aunque eso sé que lo sabes de sobra.


1 comentario: